luns, 18 de maio de 2015

taller torre de babel

Imos participar nunha convocatoria de arte postal chamada The Tower of Babel, escusa estupenda para deseñar un taller ad hoc e reflexionar sobre tódalas dimensións que se nos ocorran sobre o tema ...

http://bruegelproject.blogspot.com.es/


ao final xuntámonos poucas persoas pero con moi boa disposición para as propostas que xa hai planificadas o cal fai que pasemos unha tarde moi proveitosa e con moi boas enerxías.



van saíndo distintas visións fronte a idea de torre de babel

















compártovos tamén os textos-fragmentos que nos acompañaron esta tarde como posible inspiración, do libro Historia íntima de la humanidad, Theodore Zeldin

 
Desde mi punto de vista, la humanidad es una familia cuyos miembros apenas se han encontrado. Veo, además, el encuentro entre personas, cuerpos, pensamientos, emociones o acciones como el arranque de la mayoría de los cambios. Todo lazo creado por un encuentro es como un filamento; si todos los filamentos fueran visibles, harían que el mundo pareciera cubierto de sutiles cendales. Todo individuo está conectado con otros de forma laxa o rígida mediante un conjunto de filamentos que se extienden atravesando las fronteras de espacio y tiempo. Todo individuo reúne lealtades del pasado, necesidades presentes y visiones de futuro en un tejido de contornos diversos y con la ayuda de elementos heterogéneos tomados de otros individuos; y este constante toma y daca ha sido el principal estimulante de la energía de la humanidad. Una vez que las personas ven que se influyen mutuamente, no pueden limitarse a ser víctimas: cualquiera , por modesto que sea, se convierte entonces en alguien capaz de introducir una diferencia, por minúscula que sea, en la forma de la realidad. Las actitudes nuevas no se promulgan por ley, sino que se difunden, casi como una infección, de persona a persona.

 
El debate sobre cómo lograr una vida mejor, sobre si debería alcanzarse mediante el esfuerzo individual o por la acción colectiva , no tiene ya sentido, pues se trata de las dos caras de una misma moneda. Es difícil realizar cualquier cosa sin recibir ayuda o inspiración de fuera de uno mismo. Las luchas individuales han sido simultáneamente colectivas. Todos los grandes movimientos de protesta contra el menosprecio, la segregación y la exclusión suponen un número infinito de actos personales llevados a cabo por individuos que provocaron un pequeño cambio en el conjunto por medio de lo que aprenden unos de otros y por la manera en que tratan a los demás. Sentirse aislado es no ser consciente de los filamentos que nos vinculan con el pasado y con partes del globo que, quizás, jamás hemos visto


 
La era del descubrimiento no ha echo más que empezar. Hasta el momento, los individuos han pasado más tiempo intentando entenderse a si mismos que descubrir a los demás. Pero , ahora, la curiosidad se expande más que nunca. Incluso aquellos que jamás habían puesto un pie fuera de su pais natal, son emigrantes perpetuos en su imaginación. Conocer a alguien de todos los países del mundo y de cualquier clase social podrá ser pronto la exigencia mínima de las personas que deseen experimentar plenamente lo que significa estar vivo. El mundo sutil de relaciones intimas es diferente en grados diversos del mundo territorial en el que los individuos se identifican por el lugar donde viven y trabajan, por las personas a quienes deben obedecer, por sus pasaportes o sus saldos bancarios.


 
Sin embargo, no basta con centrarse en las minúsculas sinapsis de los encuentros personales. Ahora es posible más que nunca prestar atención a lo que ocurre en cualquier rincón del planeta. Todos los seres humanos tienen un horizonte personal más allá del cual no suelen atreverse a mirar. Pero, en ocasiones, se aventuran a ir más lejos y, entonces, su forma de pensar habitual resulta inadecuada. Hoy son cada vez más conscientes de la existencia de otras civilizaciones. En tales circunstancias, los antiguos problemas adquieren una apariencia nueva, pues se manifiestan como partes de problemas más amplios. El desplazamiento del interés de las disputas nacionales a preocupaciones humanitarias y medioambientales es señal de la urgencia por escapar de las antiguas obsesiones, por no perder de vista los diferentes aspectos de la realidad y por centrarse simultáneamente en lo personal, lo local y lo universal.


 
Con un poco de valor, todos estamos en condiciones de tender una mano a alquien diferente de nosostros, de escuchar e intentar aumentar , aunque sólo sea en una pequña proporción, las reservas de amabilidad y humanidad existente en el mundo. Pero sería poco cuidadoso hacerlo sin recordar cómo han fracasado otros intentos previos y como nunca ha sido posible predecir con certeza el comportamiento de los seres humanos. La historia, con su inacabable procesión de transeúntes cuyos encuentros han constituído en su mayoría oportunidades fallidas, ha sido en gran parte hasta ahora una crónica de capacidades desperdiciadas.
Sin embargo, la próxima ocasión en que dos personas se encuentren podría ser diferente. Aquí tiene su origen la angustia, pero también la esperanza; y la esperanza es el origen de la humanidad.
 Historia íntima de la humanidad, Theodore Zeldin



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